Justas era lituano. Un tipo grande, siempre con una sonrisa de bonachón, pero
solo había que mirarlo a los ojos para saber que su vida no había sido un
paseo por el parque. Hablaba cinco idiomas. Como portero de noche del hotel
donde trabajábamos no teníamos mucho tiempo para hablar y nuestros
horarios solo coincidían brevemente cada mañana cuando yo entraba a
trabajar y él acababa su turno. Por aquel entonces, Justas lucía pelo corto y
siempre llevaba camisas de botones. Durante esa escasa hora que nuestros
horarios coincidían intercambiábamos impresiones triviales hasta que un día
me contó su plan: nunca dejar de viajar. Ya había estado en Brasil, Australia y
un par de sitios más y ahora solo necesitaba ahorrar un poco para continuar.
Siempre pensé que Justas se acabaría quedando allí, o quizás volvería a
Lituania después de unos meses de mochilero. Cómo me equivoqué. A día de
hoy, casi veinte años más tarde, Justas sigue vagando por el mundo, habiendo
recorrido más de ciento ochenta países, habiendo conocido a una miríada de
personas, habiendo grabado en la retina miles de atardeceres y nunca
habiendo perdido esa sonrisa de bonachón.
Foto: <a href="https://www.freepik.com/free-photo/man-traveler-with-backpack-mountaineering-travel-lifestyle-concept_4352166.htm#query=backpacker&position=0&from_view=search&track=sph">Image by jcomp</a> on Freepik